miércoles, julio 12, 2006

Reflexionando

Durante un almuerzo, salió la pregunta que muchos de nosotros, los informáticos, nos hemos hecho. ¿Porqué elegimos esta carrera y no otra?
Voy a comenzar por hablar de las condiciones de trabajo en cualquier empresa donde se considere que el informático es un mal necesario. Está normalmente en una pieza o en un rincón oscuro sin luz natural en las cercanías, en una porquería de escritorio donde apenas cabe un lápiz y queda la mitad colgando, la silla no conoce la palabra ergonomía y el computador es el último que usaba la secretaria cuando se lo cambiaron. Yo trabajé en esas condiciones, en una empresa donde el dueño llegaba en un automóvil que parecía limusina, con chofer y todo. Éramos los últimos en el escalafón y no nos iban a mejorar las condiciones, porque los informáticos eran más una molestia que una ayuda, según su concepto. El jefe que existía en esa empresa, era un paranoico esquizoide, con un escritorio mirando directamente a donde estaba el pasillo donde trabajábamos, vigilando y contando hasta las veces que uno se paraba para ir al baño y si consideraba que eran muchas te mandaba al médico para que vieras si tenías algún problema a la vejiga. Era una vil esclavitud, incluso si considerábamos la miseria de sueldo que pagaban podríamos considerarnos esclavos.
Luego están las empresas donde mejoran las condiciones de ambiente de trabajo. La labor informática está más definida y comprendida, deja de ser un mal necesario y pasa a ser un rectángulo en el organigrama. En el escritorio aparte del lápiz también te cabe una perforadora, junto a la silla alguna vez mencionaron la palabra ergonomía, y el computador lo compraron especialmente pero no con todas las características que necesitabas para trabajar. Pero tienes que estar al servicio de los usuarios 24x7 y también en sus casas, ya que cuando el gerente le regala un computador a sus hijos tienes que ir a instalarlo, darle clases y todo por lo mismo, ni siquiera te dan para el taxi de vuelta. Pero es una mejora, dejas de ser un esclavo en una galera y pasas a ser el esclavo personal del césar.
Después, mejoramos, empresas dedicadas al desarrollo informático, donde se forman equipos de trabajo de sólo informáticos, las condiciones de trabajo mejoran, los escritorios te cabe, aparte del lápiz y la perforadora, un teléfono. Las sillas tenían la palabra ergonómica escrita en la caja, aunque se puede considerar publicidad engañosa. Los computadores son adecuados para el trabajo, y te dan todas las condiciones para que trabajes y trabajes y trabajes. Te instalan máquinas de golosinas y café al lado de tu puesto, por supuesto que tienes que usar tu dinero para comprar, tienes derecho a patalear, pero no importa no eres escuchado. Puedes opinar que los tiempos de desarrollo considerados son irreales, pero eso no importa, lo importante es que hay que vender los proyectos y los comerciales saben más que un informático de tiempos de desarrollo, para eso son comerciales. Te piden que apoyes los proyectos trabajando hasta tarde y viniendo los fines de semana, ya que te prometen recompensas al final del proyecto. Por su puesto uno viene, trabaja y el jefe está en la playa descansando. Seguimos siendo esclavos, trabajamos cuando se nos ordena y por la única razón que no nos consideramos esclavos es que se gana mejor sueldo, y podemos escuchar música.
La verdad me pregunto, ¿para qué trabajo en esto? Es una pega ingrata, los sueldos son bajos, los jefes no te consideran. El problema es que es tan adictivo resolver los desafíos que significa cada proceso de la empresa, que uno siente la misma satisfacción de haber ganado una carrera, cuando todo funciona como corresponde.