Muerte de una inspiración

Cuando comencé este blog, busqué un motivo, una inspiración para comenzar a escribir. Esa inspiración fue un pequeño hamster llamado Hacu (hamster culi...) quien vivió conmigo por un tiempo y me miraba desde su confortable jaula de tres niveles.

Me sentía un poco como Hacu, dentro de una jaula de cemento, observando el mundo a mi alrededor, sacando mis propias conclusiones, preocupado de juntar alimentos para el invierno, durmiendo y corriendo día a día dentro de una rueda.

Hoy me contaron que murió, debe haber tenido tres años, una eternidad para un hamster, pero bueno, es la ley de la vida.

Buen viaje y gracias por tu inspiración.

Resumen de un año

Hay un dicho muy cursi, que reza todo cambio es para mejor.

Voy a cumplir un año desde que me cambié de casa, de un departamento de 100 metros cuadrados en Providencia, a un loft de 50 metros cuadrados en el Barrio Brasil. Cambio de ambiente, precio, vecinos, ruidos, olores.

Siete meses que estoy pololeando, significa pasar de ser soltero empedernido a tener una relación estable, con marcados de tarjetas, llamados diarios, salidas y portarse bien. Me ha hecho crecer como persona, replantearme las cosas, pensar en el futuro y en una familia.

Tres meses que me ascendieron en el trabajo, significa mejor sueldo... harto mejor, más responsabilidades, más trabajo, más noches trabajando hasta tarde. Pero por un sueldo así estoy dispuesto a hacerlo.

Una semana que me compré mi notebook, el primero para ser preciso, procesador de 64 bits doble núcleo, un giga en RAM, muy bueno, muy rápido.

En resumen, este año ha sido muy bueno, vivo feliz y es lo que cuenta, me siento completo, con ganas de ver que me espera en el futuro.