Fetiches

Conversando a la hora de almuerzo con otros colegas, salió el tema de los fetiches, o aquellos objetos de culto y que uno le asigna poderes casi sobrenaturales.
Mi fetiche... los pezones, me gustan grandes o pequeños, como botones o forma de bala, oscuros o rosados. Son los dos puntos prominentes en el físico de una mujer.
Son el lugar erógeno de detención de la lengua en su viaje desde la boca al sur.
Para mí, jugar con los pezones se transforma en un vicio, puedo estar horas y no cansarme de ellos.
A veces uno ve unos pezones, y parecieran que te hablan, “mírame, aquí estoy, apuesto que quieres tocarme, apuesto que quieres besarme, apuesto que quieres jugar conmigo”
Conocí unos pezones con piercing, eran muy eróticos, con unas pequeñas cintas rosadas atadas a los aros, podías jugar con ellos, amarrarlos entre ellos, tirarlos suavemente...
La verdad es que son un fetiche para mí. No me importan como son, me entretengo con ellos en la intimidad.