Denigración de la Mujer por la Mujer

Patético, para usar una palabra suave, es el espectáculo que dan algunas mujeres en esta fecha del año, todo en torno a la supuesta elección de una reina.
No tienen nada que ver con los glamorosos concursos de belleza, estos son concursos de bajeza total.
Quién lleva la batuta en esta denigración, bajeza ruin, es la tal Marlén, que ha usado todos los recursos para siempre aparecer en primera plana, bajarse el escote (es evidente), llorar por crisis, arreglar los problemas en pantalla, cualquier cosa con tal de aparecer y figurar.
Hay unas argentinas que también dejan una muy mala impresión, considerando que tengo varios amigos transandinos, de la mujer argentina. Más parecen de un servicio de acompañantes que algún tipo de artista. Bueno, artistas de la cama serán.
Denigración total, mi pareja no merece que sus congéneres hagan semejante escándalo por unas migajas. ¡No! Basta ya de pueriles reacciones, basta ya de prostituirse en pantalla, ¡elevemos el nivel de la mujer!
Me pregunto ¿dónde están las mujeres que defienden su género?

AFT y Transantiago, lecciones que aprender

El gobierno cobró dos boletas de garantías a la AFT por un monto de US$5 millones. Un precio muy alto por un error total y absolutamente controlable.

¿Qué pasó entonces?

Desde el año pasado he sabido de problemas y errores muy grandes en el área informática de muchas empresas. Es cosa de recordar el problema de Fonasa Digital, donde DMR (ahora se llama Everis) hizo la parte informática. El día que echaron a andar el sistema Fonasa no pudo emitir bonos. Falabella estuvo dos días sin sistemas, lo mismo ha pasado con bancos y supermercados.

Muchas de las empresas que tienen problemas en la parte informática es debido a un pésimo manejo del personal, bajos sueldos, jornadas de trabajos muy extensas, promesas de plazos que técnicamente no se pueden cumplir.

La verdad es que estas empresas aparecen con colores deslumbrantes, ofreciendo el cielo y la tierra, pero al final no pueden cumplir.

El problema se da también mucho por la excesiva oferta de informáticos que está teniendo el mercado, donde por dos pesos se ponen a trabajar, en proyectos de gran envergadura, sin tener los conocimientos ni la experiencia necesaria para hacerlo.

Hay mucho que aprender en estos errores, pero en informática, les encanta tropezar de nuevo con la misma piedra.

Gracias Transantiago

Creo que soy uno de los pocos que puedo estar contento con esto del transantiago, y las razones de mi alegría no van por el lado de los recorridos, ni las troncales ni por el colapso del Metro.
Vivo a una distancia razonable de mi trabajo, lo cual me permite ir y volver caminando, sobre todo en esta época del año.
Lo que me gustó, y muchísimo, fue el silencio que se sentía en la Alameda mientras camino por 30 minutos por las veredas. Estoy casi seguro que mucho del cansancio y estrés con que llegaba a la oficina en las mañanas, o el cansancio al llegar la tarde, tenían mucho que ver con el ruido infernal que metían las nefastas micros amarillas. Hoy era una maravilla, pasaban las micros troncales y ningún ruido fuerte. Lo único molesto son los bocinazos de los conductores histéricos de siempre.
Si hay algo bueno entre todo lo malo, creo que este es uno de los puntos fuertes, espero que en invierno, sin las micros amarillas contaminado, no tengamos tantos problemas con el aire, y la gente se acuerde de que fue el Transantiago el que ayudó a limpiar la ciudad.
Ahora falta reemplazar a los santiaguinos....