sábado, agosto 26, 2006

Elegía

Hace unos días atrás se conmemoraron los setenta años de la muerte de Federico García Lorca, el 19 de Agosto. Me acordaba que con el grupo de teatro del colegio hicimos un homenaje a García Lorca para los cincuenta años de su muerte, y en esa oportunidad una compañera de colegio también participó en esa obra, y ahora está convertida en una gran actriz.


No tuviste tu muerte, la que a ti te tocaba.
Malamente, a sabiendas, equivocó el camino.
¿Adónde vas? Gritando, por más que aligeraba,
no paré tu destino.

¡Que mi muerte madruga! ¡Levanta! Por las cales,
los terrados y torres tiembla un presentimiento.
A toda costa el río llama a los arrabales,
advierte a toda costa la oscuridad al viento.

Yo, por las islas, preso, sin saber que tu muerte
te olvidaba, dejando mano libre a la mía.
¡Dolor de haberte visto, dolor, dolor de verte
como yo hubiera estado, si me correspondía!

Debiste de haber muerto sin llevarte a tu gloria
ese horror en los ojos de último fogonazo
ante la propia sangre que dobló tu memoria,
toda flor y clarísimo corazón sin balazo.

Mas si mi muerte ha muerto, quedándome la tuya,
si acaso le esperaba más bella y larga vida,
haré por merecerla, hasta que restituya
a la tierra esa lumbre de cosecha cumplida.
Rafael Alberti