lunes, marzo 13, 2006

Recuerdos

Esta es una historia antigua, pero por alguna circunstancia me he acordado de ella.

Frecuentaba unos tugurios en la plaza ñuñork, en donde los clavos oxidados se mezclaban con Sex Pistols, Sid Vicious y otros similares en los oídos, con una amiga fui una noche a beber, escuchar música y a ver que pasa.

Con los decibeles tan altos y el alcohol en la sangre fue poca la conversación que alcanzamos a tener, y al cabo de una hora o menos estábamos en rumbo a buscar un motel para terminar la noche.

Al llegar a uno cerca de los domicilios, propuse entrar a uno, a lo cual ella rechazó, ya que anteriormente había estado en ese con un ex.

Ningún problema, vamos a otros, pero mi falta de conocimiento en aquellos años, estaba haciendo que la pasión de los tragos y la música se aminoraban. “No importa, vamos a ese nomás, ya fue hace tiempo y no me voy a estar privando por los recuerdos de un gil.”

Ha sido la frase más coherente que le escuché, media vuelta y volvimos, entramos a una habitación y nos liberamos de fantasmas, ataduras y nos entregamos a la pasión de la noche, al placer de los cuerpos y la embriaguez del sexo sin remordimientos.

No sé porque me acuerdo de esa noche, nunca la volvimos a repetir, pero hasta el día de hoy, a pesar de los años pasados, a pesar de las otras mujeres con quienes he estado, no me olvido de ella, y sé que ella no se olvida de mí, y sé porque ella me lo contó.