viernes, marzo 17, 2006

Fumar o no fumar

A propósito de la aprobación de una nueva ley que restringe la venta, consumo y publicidad del tabaco, quiero plasmar mis pensamientos al respecto.
Yo fumo, pero cuando lo hago evito que sea con personas a mi alrededor, generalmente lo hago en la noche, en mi departamento, un cigarrillo antes de acostarme.
Odio que alguien fume a mi lado, me molesta enormemente sentir el humo del cigarrillo cuando estoy comiendo o tomando un café en algún lugar.
Generalmente utilizo los espacios destinados a los no fumadores en los restaurantes, y cuando alguien se pone a fumar en esos lugares, lo primero que hago es reclamar, he tenido el placer de humillar a personas que no me hacen caso cuando les digo que deben apagar el cigarrillo o se deben ir del lugar. Muchas veces los administradores de los restaurantes me han reclamado porque les espanto a la clientela. Los fumadores me reclaman que tienen derecho a fumar donde quieran.
Pero ahí viene mi reflexión, ¿tiene derecho un fumador a fumar donde quiera? La respuesta es un simple y categórico NO. El fumador tiene derecho a fumar, pero no en cualquier lugar, por ejemplo no lo puede hacer a mi lado en un restaurante, no lo puede hacer en una oficina en la que yo estoy, no lo pueden hacer a mi alrededor porque me coartan mi derecho a no sentir el cigarrillo de otra persona. Siempre he pensado que si no respetas mis derechos, no esperes que respete los tuyos.
Creo que la actual legislatura es muy blanda, debería ser mucho más restrictivas. El fumador de la calle, el fumador de bar, el fumador de cafés, hacen daño a la salud de las personas que los rodean, eso los convierte en delincuentes, sí en delincuentes, es lo mismo que si un asaltante te dispara o te apuñala, te hace daño a tu cuerpo y a tu salud, lo único que más lentamente.
Se debiera normar que cualquier espacio público, incluida la calle, tiene prohibición total de fumar, y sólo lo pueden hacer como lo hago yo, encerrado en mi departamento, sólo, sin molestar a nadie.