Mis estimados Carabineros de Chile
A pesar de la distancia que nos separó en mi juventud, por circunstancias ya conocidas y manoseadas por todos, con el pasar de los años y las canas en la sien he llegado a sentirlos cercanos, y esta desgraciada curva de la vida que selló el destino de un puñado de los suyos, la partida de su líder y voz mandante la he sentido como propia.
Una sana admiración he sentido por quién llevó en los hombros una noble institución, siendo un hombre de tropa y vozarrón grave, inspiraba la marcialidad no sólo a sus hombres sino a los paisas que lo escuchábamos. Sé que la institución seguirá adelante como tantas veces ha hecho con la partida de los suyos, pero esta partida marcará un antes y un después, y ruego que el después siga el ejemplo del Director General ya partido, que yo, como un ciudadano de esta hermosa patria, lo llevaré en mi memoria.
Estoy seguro que mi sentimiento es compartido por muchos, y aunque sea de mala educación no firmar con mi nombre verdadero, quiero en mi anonimato representar a los demás chilenos que tienen este dolor en su garganta.
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