sábado, febrero 10, 2007

Gracias Transantiago

Creo que soy uno de los pocos que puedo estar contento con esto del transantiago, y las razones de mi alegría no van por el lado de los recorridos, ni las troncales ni por el colapso del Metro.
Vivo a una distancia razonable de mi trabajo, lo cual me permite ir y volver caminando, sobre todo en esta época del año.
Lo que me gustó, y muchísimo, fue el silencio que se sentía en la Alameda mientras camino por 30 minutos por las veredas. Estoy casi seguro que mucho del cansancio y estrés con que llegaba a la oficina en las mañanas, o el cansancio al llegar la tarde, tenían mucho que ver con el ruido infernal que metían las nefastas micros amarillas. Hoy era una maravilla, pasaban las micros troncales y ningún ruido fuerte. Lo único molesto son los bocinazos de los conductores histéricos de siempre.
Si hay algo bueno entre todo lo malo, creo que este es uno de los puntos fuertes, espero que en invierno, sin las micros amarillas contaminado, no tengamos tantos problemas con el aire, y la gente se acuerde de que fue el Transantiago el que ayudó a limpiar la ciudad.
Ahora falta reemplazar a los santiaguinos....