Siempre me sorprendo de la capacidad machista de mis amigas feministas. Muchas de mis amigas se definen feministas, o a lo menos, no machistas.
Pero en mi vida diaria o cuando me visitan en el loft, siempre me dan consejos de cómo, por ejemplo, ordenar la loza cuando la lavo, de qué manera guardar el pan, o qué alimentos comprar.
Considero que las madres de hijos varones, son las personas más machistas que existen, ya que cuidan a sus retoños, aunque estos sean unos viejos hediondos y flojos.
Mis amigas, sin quererlo o talvez queriendo, se comportan como unas madres, dándome consejos, diciéndome que cosas hacer o cómo hacerlo. De esta manera incentivan mi machismo, cuidándome.
Yo se los agradezco, ya que de esa manera me demuestran que me quieren y que se preocupan por mí. Pero yo quiero a mis amigas tal como son, amigas, no como madres putativas.
¡Las quiero mucho!